El lomo de cerdo curado, más conocido como lomo embuchado, es uno de los productos estrella que nunca falta en las riquísimas tablas de embutidos. Su proceso de elaboración pausado y la nobleza de la pieza de carne con la que se elabora, le otorgan ese sabor suave tan característico, que para muchas personas resulta irresistible, tanto o más que un buen jamón.
El secreto de su elaboración y exquisitez es la calidad de la carne del cerdo ibérico, muy sabrosa debido a las infiltraciones de grasa que posee. Además, a diferencia de otros embutidos, es un producto muy poco procesado que, junto con el jamón, hará que triunfes y que tu mesa sea una auténtica delicia.
Hemos dicho que los ingredientes son pocos y muy simples, pero ¿sabes realmente cómo se cura un lomo embuchado? ¡Te lo contamos!
Como ya hemos comentado, es un proceso muy natural y con escasa manipulación del producto. Solo se necesitan unos pocos ingredientes y algo de tiempo.
Los lomos se limpian y se les quita toda la grasa externa, tras lo cual, se sigue un proceso bastante sencillo.
Primero se dejan atemperar durante unas 24 horas a un máximo de 21ºC y un mínimo de 0ºC. Tras esto, se procede a su maceración con sal. Dependiendo del tamaño del lomo se dejará más o menos tiempo, pero podemos decir que la media son unas 48 horas a unos 6ºC. Transcurrido este tiempo, la pieza se lava, se seca bien y se deja colgada unos días más para quede bien seca (recordad que ha sido lavada). Es momento de adobarlo con pimentón y orégano. Se hace una mezcla con estos, y otros ingredientes, y se unta bien el lomo, que se vuelve a colgar unas horas más. Pasados los días correspondientes, hay que embuchar la pieza en tripa natural, atarla bien y dejarla en el secadero a 18ºC unas jornadas más, dependiendo de su tamaño.
Finalmente, el proceso de curación acaba en un secadero donde el lomo estará varios meses. Cuando finaliza todo este proceso, el producto final es un exquisito y sabroso lomo ibérico embuchado que resulta irresistible.
Os diremos que el lomo ibérico es uno de los embutidos más saludables que hay porque todos sus condimentos son naturales y es un alimento poco procesado. Resulta una buena fuente de proteínas y como casi no contiene grasa su aporte calórico es moderado.
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