Una receta de toda la vida
Es una de las recetas más tradicionales y que más nos gusta porque aunque tiene unos orígenes humildes, no hay quien se resista a unas croquetas de jamón de esas que nos traen tantos recuerdos de infancia, de hogar y de deliciosa comida casera.
Originalmente era una de esas recetas que se hacían para aprovechar los restos de otras preparaciones, porque ya se sabe que “en la cocina no se tira nada”, así que nuestras madres, criadas por nuestras abuelas, que habían vivido tiempos de escasez tenían este concepto bien incorporado.
Así que hoy te recordamos una receta de las típicas, eso sí, el puntito ese de cocina “como la de antes”, se lo pones tú con el truco de familia ese que nunca cuentas a nadie cuando das una receta.
El objetivo es conseguir unas croquetas que crujan por fuera (como su nombre lo indica), pero estén tiernitas por dentro. Te anticipamos las claves: la bechamel en su punto justo y un jamón de calidad como el de Tierra de Jamón. Así que…Vamos allá.
Ingredientes (para 20 croquetas aproximadamente)
- 200 gr de jamón serrano, en dos lonchas gruesas. Y si te animas, con jamón ibérico te quedarán increíbles.
- 2-3 huevos para rebozar
- Harina
- Pan rallado (mejor si es del artesano porque deja una costra muy crujiente)
- Aceite para freír (nosotros preferimos el de oliva por su aporte nutricional…y porque está riquísimo)
Para la salsa bechamel:
- 1 litro de leche
- 100 gr de harina
- 100 gr de mantequilla
- Una pizca de nuez moscada
- Sal
Preparación
Como la bechamel es casi lo que más tiempo lleva, empezaremos por ahí…es crucial que la harina no quede con gusto a crudo y que no se formen grumos, así que debe prepararse con parsimonia y eso puede llevarte fácilmente media hora de revolver y revolver, así que tómatelo con calma.
- Pon la mantequilla en un cazo y caliéntala hasta que se derrita, momento en el cual lo apartarás del fuego y agregarás la harina removiendo continuamente con la cuchara para que no se formen grumos.
- Vuelve a ponerlo a fuego bajo y agrega un poco de leche, siempre removiendo para que se vaya formando una especie de salsita cremosa.
- Sigue agregando la leche templada, poco a poco y continúa removiendo. Cuando haya espesado bien y esté cocinada la harina (entre 20 y 30 minutos), agrega una pizca de sal, otra de nuez moscada y los taquitos de jamón. Retira del fuego y reserva.
- Ahora puedes colocarla en un recipiente más plano, (una bandeja baja te irá bien) y tápalo con papel film para que no se le haga costra. Espera a que se enfríe, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera.
- Cuando esté fría, ya podrás moldear las croquetas y rebozarlas pasándolas por harina, huevo y pan rallado (en ese orden). Así ya estarán listas para freír.
- Fríelas en un cazo hondo con el aceite bien caliente y ¡listo!.
- ¡A disfrutar! ¡Cuando empieces no podrás parar!
