En Europa las denominaciones de origen y sus variantes llegan casi a las 10.000 y en España el volumen de negocio que generan los productos agroalimentarios ronda los 1640 millones de euros, así que imagínate la importancia de este tipo de regulación en la clasificación y etiquetado de los productos. Sin duda su aplicación es una garantía de calidad que debe protegerse y promocionarse.
Como ya te anticipábamos, la denominación de origen es una normativa muy rigurosa que especifica que condiciones deben cumplir los productos y sus procesos de fabricación. Su objetivo es proteger y certificar su calidad y evitar intrusiones y engaños.
Sin duda, por su rigurosidad es un sello de excelencia y exclusividad que aumenta el valor de los productos que lo llevan.
La primera denominación de origen de la que se tiene registro en la historia europea no es de un vino sino de…¡un queso! Roquefort para más datos, cuando en 1666 el parlamento de Toulouse decretó que solamente los habitantes de esa región podían curarlo. En realidad esta definición es más parecida a lo que entendemos actualmente por Indicación Geográfica Protegida, pero ya mostraba la necesidad de especificar la procedencia y restringir las malas copias y los engaños al consumidor.
En España, esas primeras referencias a la protección de un producto por la originalidad de su procedencia provienen de Ribadabia, del año 1564 y se refieren al vino de esa región.
Entre las DO con más solera, encontramos la del vino de Oporto de 1756 y en nuestro país las referencias aunque son mucho más recientes, ya tienen una considerable trayectoria. Ellas son las de Jerez, la de Málaga, la Montilla Moriles, la Manzanilla y el vino de Rioja, todas creadas en la primera mitad del siglo XX.
La DO se aplica a los productos más variados desde las olivas y los aceites, pasando por los vinos, los jamones, los quesos, las mieles…hasta los polvorones, o las especias por nombrar algunos. Es verdad que en algunos casos no es exactamente DO sino más bien IGP (Indicación Geográfica Protegida) o ETG (Especialidad Tradicional Garantizada).
Solo de vinos, en España existen 96 DOP (Denominaciones de Origen Protegidas), entre las cuales algunas son solo DO (67), otras 19 son VO (Vinos de Pago), 2 son DO calificadas y 8 son de VC (vinos de calidad).
También existen en España 42 IGP (Indicaciones Geográficas Protegidas) y la comunidad que engloba la mayor cantidad es Andalucía, seguida por Islas Baleares y Aragón.
Las DO y las IGP llevan un sello en el etiquetado que te permitirá distinguirlas al primer vistazo y son estos:
Aquí te dejamos también un mapa donde podrás ver que vinos son propios de cada región de nuestro país.
Existe un registro muy curioso (y esclarecedor) en la Unión Europea en donde puedes consultar todos los productos que se encuentran registrados o en proceso de registro, tanto a nivel nacional como Europeo. Se llama eAmbrosia y puedes utilizar los filtros para saber si ese aceite, vino, pan, carne o pescado que te promocionan con una DO es realmente tal como te lo indican.
