Sí, empezamos por los que ya conoces y que ya hace algunos posts te ampliábamos porque existen mil opciones para utilizarlo en alimentación: no solo como aliño o para freír, sino para emulsionar, conservar, ahumar, asar, estofar…(échale un vistazo al post para ver el detalle).
Es importante destacar que no se debe hacer caso al mito que dice que solo debe consumirse en crudo. Es verdad que en crudo mantiene todas sus propiedades, pero es que aún si lo utilizaras para freír, la gran cantidad de ácido monoinsaturado (oleico) y agentes antioxidantes que posee, hace que soporte mejor la temperatura, así que si no te pasas de 180º C puedes usarlo hasta 3 veces. No producirá gases dañinos, ni provocará reacciones químicas negativas para la salud, como pasa con los aceites formados por muchas grasas poliinsaturadas.
Es una de las opciones en la cocina: al sumergir otros alimentos en él, evitamos la oxidación. Esta es una propiedad del aceite que se conoce desde tiempos de los romanos, que lo utilizaban para conservar otros alimentos (sardinas, anchoas, quesos…) y que se sigue utilizando actualmente en nuestro país, sobre todo para conservar embutidos.
El aceite de oliva es un emoliente ideal para conservar nuestra piel tersa y bien nutrida. Y esto también lo sabían los egipcios y cómo no, los romanos, que lo usaban en sus ungüentos y perfumes, tanto para ungir a una persona como para proteger su piel, como era el caso de deportistas y gladiadores.
En la actualidad se utiliza en cosmética, también basado en sus efectos antioxidantes, nutrientes y suavizantes. Es recomendado por distintos especialistas tanto para la piel seca, como para el pelo con estas mismas características (aunque no se utiliza en el cuero cabelludo sino en las puntas para aportar nutrición).
Combinado con granos de sal, de avena o de café, existen varias recetas para utilizarlo como exfoliante, pero te recomendamos informarte con más detalle en webs dedicadas a la cosmética para conocer las combinaciones adecuadas de estos ingredientes si decides realizarte tratamientos de belleza en casa con recetas basadas en AOVE.
Estudios recientes que se han llevado a cabo en la Universidad de Jaén, en el Departamento de Inmunología, revelan que su uso es positivo en la cicatrización de tejidos ya que tiene escualenos (un componente menor en los aceites de oliva que ayuda a recuperar la piel de las heridas).
Y por supuesto, si sigues nuestro blog o nuestras redes sociales, ya sabrás que su consumo habitual reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, arteriosclerosis y reduce el colesterol “malo” (LDL) entre otros beneficios.
Existe también un jabón basado en aceite de oliva y de laurel conocido como Jabón de Alepo, hipoalergénico y antiséptico que suele utilizarse para el tratamiento de pieles sensibles o alteradas por el acné o la psoriasis. Es una receta antigua proveniente del norte de Siria, que aún se produce artesanalmente y se la conoce como antecesora del jabón de Marsella europeo.
El uso del alpechín o amurca (es el jugo que sale de las olivas cuando se aplastan mientras esperan a ser exprimidas) también se utiliza como pesticida natural. Las olivas también se utilizan para la fabricación de geles y jabones.
¿Te han sorprendido los usos del aceite de oliva? Es un producto tan nuestro que nos acompaña desde hace cientos de años y sin duda las civilizaciones del Mediterráneo han sabido sacarle partido. En la actualidad aún hemos descubierto más ventajas de su uso y consumo y por eso lo seguimos recomendando y promocionando.
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